ASPECTOS CULTURALES Y ECONÓMICOS DEL RENACIMIENTO
TALLER Y SOCIALIZACIÓN
El Renacimiento se
caracterizaba aún más por el «individualismo» de lo que se habían
caracterizado las sociedades de la Antigüedad. No sólo somos
personas, también somos individuos únicos. Esta idea podía
conducir a un culto al genio. El ideal llegó a ser lo que llamamos
«un hombre renacentista», expresión con la que se designa a una
persona que participa en todos los campos de la vida, del arte y de
la ciencia. Esta nueva visión del hombre también se manifestaba en
un interés por la anatomía del cuerpo humano. Se volvió a disecar
a muertos, como se había hecho en la Antigüedad, con el fin de
averiguar la composición del cuerpo. Esto resultó ser muy
importante tanto para la medicina como para el arte. En el arte
volvió a aparecer el desnudo, tras mil años de pudor los hombres se
atrevieron a ser ellos mismos. Ya no tenían que avergonzarse
–Suena como una especie de borrachera –dijo Sofía inclinándose
sobre una pequeña mesa que había entre ella y el
profesor de filosofía.
–Sin duda. La nueva visión del hombre trajo consigo un nuevo
«ambiente vital». El ser humano no existía solamente para Dios.
Dios había creado al hombre también para los pro-pios hombres.
De esta manera los hombres podían alegrarse de la vida aquí y
ahora. Y en cuanto se permitió al ser humano desarrollarse
libremente, éste tuvo posibilidades ilimitadas. La meta fue
sobrepasar todos los límites. También ésta era una nueva idea en
relación con el humanismo de la Antigüedad, que había señalado
que el ser humano debería conservar la se-renidad, la moderación y
el control.
–¿Perdieron los humanistas del Renacimiento el control? ;
–Desde luego no fueron muy moderados. Tenían una especie de
sensación de que el mundo despertaba de nuevo Así surgió una
pronunciada conciencia de época. Fue en ese período en el que se
introdujo el nombre «edad media» para denominar todos aquellos
siglos entre la Antigüedad y su pro-pia época. Hubo un
florecimiento impresionante en todos los campos, tales como el
arte y la arquitectura, la literatura, la mú-sica, la filosofía y la
ciencia. Mencionaré un ejemplo concreto. Hemos hablado ya de la
Roma de la Antigüedad, que tuvo los enorgullecedores apodos de
«ciudad de las ciudades» y «om-bligo del mundo». Durante la
Edad Media la ciudad decayó, y en 1417 esa ciudad, que había
tenido en la Antigüedad más de un millón de habitantes, ya sólo
contaba con 17. 000.
–No muchos más de los que tiene Lillesand. Para los hu-manistas
del Renacimiento, la reconstrucción de Roma se con-virtió en un
objetivo político y cultural. La obra más impor-tante que se
emprendió fue la edificación de la iglesia de San Pedro sobre la
tumba del apóstol San Pedro. En lo que se re-fiere a esta iglesia
difícilmente se puede hablar de moderación o control. Algunos de
los principales personajes del Renaci-miento participaron de
alguna manera en ese enorme pro-vecto de construcción. Desde
1506 v durante 120 años se lleva-ron a cabo las obras de la iglesia
y aún tuvieron que pasar cincuenta años más hasta que la gran
plaza de San Pedro es-tuvo acabada.
–¡Tiene que ser una iglesia enorme!
–De largo mide más de 200 metros, de alto 130 y tiene una
superficie de más de 16. 000 m2. Pero ya hemos dicho sufi-ciente
de la osadía de los renacentista. También tuvo mucha importancia
el hecho de que el Renacimiento trajera consigo un nuevo concepto
de la naturaleza. El hombre se sentía bien con su existencia... dejo
dc considerar la vida en la Tierra como una mera preparación par a
la vida en el cielo... y esto creo una nueva actitud ante el mundo
físico. La naturaleza fue considerada como algo positivo, Muchos
pensaban que Dios estaba presente en la Creación. Es infinito v por
tanto también debe estar en todas partes. Tal interpretación se
llama panteísmo. Los filósofos medievales habían subrayado ese
enorme abismo que existe entre Dios y su Creación. Ahora se decía
que la naturaleza era divina, o más aún, que era una «prolonga-ción
de Dios». Ideas nuevas como éstas no fueron siempre bien
recibidas por la Iglesia. De eso tenemos un ejemplo dramático en
lo que le sucedió a Giordano Bruno. No sólo declaró que Dios
estaba presente en la naturaleza, sino que también dijo que el
espacio era infinito. Y por ello le castigaron muy severamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario